El Museo del Prado es una de las pinacotecas más importantes del mundo y custodia un patrimonio inconmensurable, un laberinto de Historia, leyendas y secretos.
Fue inaugurado como Real Museo del Prado el 19 de noviembre de 1819 y, a pesar de que estaba reservado a las amistades de palacios y residencias reales, el museo empezaría su fama y gloria entre los afortunados visitantes de aquel entonces que, por primera vez, podían admirar las obras maestras de los grandes como Tiziano, Raffaello, Rubens y Velázquez.
Como gran proyecto del Rey Carlos III de España y concebido como símbolo de la Ilustración madrileña, el Museo del Prado, en su primer diseño, habría tenido que hospedar al Gabinete de Historia Natural. Ofrecía una unión entre las ciencias y las artes: las fuentes monumentales del paseo, el museo científico, el Real Jardín Botánico y el Real Observatorio Astronómico.
Sin embargo, el edificio nunca llegó a ser tal debido a las guerras y a varias vicisitudes históricas.
En 1819, el museo se transformó en pinacoteca gracias al gusto por las bellas artes de la entonces reina, María Isabel de Braganza, la segunda mujer del rey Fernando VII.
A partir de aquel entonces y hasta el día de hoy, se ha transformado en un lugar de pura Historia, siendo uno de los lugares más preciados y celebrados a nivel mundial.
A diario recibe visitantes de diferentes idiomas, culturas y tradiciones, todos unidos por la pasión al arte.
Creado para que el visitante fuese el protagonista absoluto, El Museo del Prado ofrece historia, anécdotas y secretos que se esconden detrás de las obras de los grandes maestros de pintura y escultura.
La colección tiene casi 2.000 piezas en exposición, pero consta de 30.000 obras en total guardadas en los almacenes, y permite apreciar un recorrido extraordinario por la historia del arte, desde el siglo XIII hasta el siglo XIX.
La colección del museo es muestra de la selección de obras que durante siglos deleitaron el gusto de la corte española y de los intelectuales del entorno real.
Desde 1868 la colección del Museo del Prado es Patrimonio Nacional y fue en el mismo año cuando se añadieron piezas de Goya, de los hermanos Madrazo, de Fortuny, de Sorolla y muchos más.
Entre sus muros se halla un tesoro extraordinario de arte y cultura universal.
Desde Fray Angélico y su Anunciación, pasando por La Gioconda del Prado, Botticelli, Bosch y su enigmático Jardín de las Delicias; Tiziano, Tintoretto, Veronés, Piero Guidi, El Greco, Diego de Velázquez y sus Meninas, y terminando con Mengs, Tiepolo y el magnífico pintor zaragozano Francisco de Goya, solo para citar algunos de ellos.